El tema es que no es complicado vender tus productos, servicios o infoproductos de forma recurrente y conseguir que el dinero de tu cliente se teletransporte todos los meses de su cuenta bancaria a la tuya.
Bueno, aquí* te voy a enseñar cómo conseguir ingresos recurrentes.
Únete a los miles de personas que ya facturan de forma estable y escalable con todo tipo de negocios.
Dentro ya están coach, psicólogas, copywriters, médicos, terapeutas, consultores, nutricionistas, instructores de yoga, formadores, artesanas, entrenadores personales, arquitectas o asesores financieros.
Recibe píldoras diarias para aumentar tus ventas, tu rentabilidad y sencillos trucos para facturar de forma recurrente y predecible apuntándote aquí:
Hola, soy Jordi, encantado.
Trabajo con empresarios y emprendedores construyendo negocios de membresía rentables, porque es la mejor forma que conozco para que vivan muy tranquilos facturando de forma recurrente.
Y yo también.
Entonces, es importante que sepas que no soy un ser de luz que camina sobre las aguas y solo quiere dinero feliz.
Seamos serios.
Es por eso que…
*Todos los días escribo un email con consejos para construir negocios rentables que inevitablemente generan ingresos recurrentes, predecibles y escalables en el tiempo.
En el caso de que estés pensando montar un negocio de este tipo, o de ya tengas uno y quieras mejorarlo radicalmente, quizás te interese entrar a esta curiosa lista y recibirlos.
Naturalmente, no te regalaré nada por apuntarte. Eso es algo que me daría vergüenza, además de que solo lo que aprenderás en mis emails ya te justificará lustros de suscripción a la newsletter.
Darte de alta es gratis. Darte de baja, también.
Es importante aclarar que cuándo te apuntes a la newsletter, todos los días te escribiré un email con consejos para que aprendas a generar ingresos recurrentes.
Todos los santos días, uno tras otro, sin parar.
Dicho de otra manera:
- ¿Que nieva? Te escribo un email.
- ¿Que te deja tu mujer? Te escribo un email.
- ¿Que tu marido se acuesta con una de 20? Te escribo un email.
- ¿Que se acaba el mundo? Te escribo un email.
¿Hasta cuándo?
Pues hasta que me compres, o me odies, o quieras acostarte conmigo, o insultarme, o amarme en secreto, o decidas darte de baja por no poderlo soportar más. Ese es el trato.
No te apuntes si eso es un problema.