4.200
¿4.200 bitcoins?
¿4.200 haters?
¿4.200 orgasmos?
Todo eso podría ser.
Yo me refiero a 4.200 suscriptores.
Los que, a día de hoy, somos, estamos y sentimos en esta, nuestra lista de correo.
A algunos les parecerá poco.
A otros, en cambio, mucho.
Sin embargo, eso es completamente irrelevante.
Lo verdaderamente importante aquí son dos cosas:
- Tu negocio necesita tener una base de datos de potenciales clientes.
- Debes conocer de qué forma hacerla crecer sin límites.
Porque contar con una lista de correo propia es lo más cercano a la verdadera libertad.
La libertad de tener la tranquilidad de que esa base de datos es tuya.
De que puedes llevártela a dónde quieras y de que no dependes de nadie para comunicarte con ella cuándo quieras y las veces que quieras.
Algunos, la mayoría en verdad, pensarán que eso no es para ellos.
Que ya cuentan con cientos o miles de seguidores en RRSS, podcast o Youtube y que esa es la mejor vía para impactarles y para venderles.
Nada en contra.
Sin embargo, resignarte a depender de terceros, algoritmos y biorritmos que no controlas para comunicarte y vender, debe de ser bastante jodido de gestionar emocionalmente.
Aunque quizás el paranoico del control y de vender de verdad sea yo, quién sabe.
En cualquier caso, eso no le va a pasar a los suscriptores de mi newsletter.
Porque todos los días les escribo un email con consejos para conseguir ingresos recurrentes.
Y la mejor forma de conseguirlo es contar con una audiencia propia, no alquilada.
Si te interesa recibirlos, apúntate justo aquí debajo y te los envío al correo: