Abre para descubrir lo gilipollas que era antes
Parafraseando a MR, en este email te contaré lo muy gilipollas y mucho gilipollas que era antes.
Y como dejar de serlo me ha hecho tener un negocio escalable, sostenible y predecible en el tiempo.
Pero antes, un tema.
Todos hemos comenzado algún día.
Y no sé tú, pero yo comencé desde cero.
Quiero decir que lo hice sin padrinos, madrinos ni madrines.
Y claro, también lo hice sin nadie que me ayudara a tener foco o una dirección clara.
Para que te hagas una idea, allá por 2017 cuándo lanzamos el estudio con Rosa, teníamos un negocio de lo más curioso.
Éramos genéricos, sabíamos poco de todo y mucho de nada.
No teníamos ni idea de qué hacer para ganar visibilidad y conseguir un flujo constante de clientes.
Además, el negocio dependía 100% de nuestro trabajo, intercambiando tiempo por dinero. Día que no currábamos, día que no cobrábamos.
Y por si todo esto fuera poco, poníamos precios fijándonos en lo que hacía la competencia y no basándonos en el valor aportado a nuestro cliente.
Podría continuar.
¿Qué podía salir mal?
Bueno, mira si salió mal que a los seis meses decidimos pegar un cambio de rumbo y centrarnos única y exclusivamente en el nicho de los negocios de suscripción.
Esa, y no otra, ha sido la mejor decisión estratégica en nuestro negocio.
Y bueno, el reconocimiento, la notoriedad y la autoridad han venido con el tiempo.
Con esto quiero decirte que antes era muy gilipollas y mucho gilipollas.
Desconozco si tú lo eres. Si es el caso, no te culpes. Todos lo hemos sido en mayor o menor medida.
El tema aquí es ser consciente de ello y trabajar para ponerle remedio.
Mira.
Yo en esa época hubiera pagado miles de euros por tener algo como mi lista de correo.
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