Clientes tóxicos
El otro día leía una frase en uno de los emails de Malo Monge.
La frase decía tal que así:
La gente que juega lo que para ellos es un dineral, la inversión de su vida, viven con un nivel de ansiedad que hace que no te convengan como clientes.
Tal cual.
Si ofreces o en algún momento de tu vida has ofrecido servicios profesionales estarás de acuerdo.
Y en las membresías pasa tres cuartos de lo mismo.
Imagina.
Que tienes una membresía de precio alto y que aporta mucho valor a tus suscriptores.
Repito, por si lo mismo te acabas de levantar de la siesta.
Membresía, ingresos recurrentes.
Precio alto, ponle 300 euros al mes.
Aportando valor, dando soluciones y ayudando al suscriptor a pasar de a a b.
Una membresía que te permite vivir muy bien de tu negocio previsible, escalable y sostenible.
No digo un negocio en el que tu día sea perseguir clientes que no te pagan facturas pendientes.
Digo otra cosa. No es lo mismo.
Pues en ese negocio es altamente probable que tengas suscriptores que apenas puedan pagarte.
Emprendedores que sufren para abonar la cuota de autónomos esta que los socialistas quieren subir porque según parece en este país pagamos poco…
…y que sufren todavía más para pagar tu suscripción.
¿Y qué pasa?
Pasa que lo más habitual es que sean precisamente esas personas las más porculeras del mercado.
No es nada personal, nada en contra de no poder pagar una membresía de precio alto.
Es un tema de mentalidad.
No creamos negocios para sufrir frustraciones ajenas.
Creamos negocios para ganar dinero y ser felices.
Y no se puede ser feliz cuándo tienes suscriptores que te amargan la existencia sin pretenderlo.
Entonces.
¿Significa eso que debas subir el precio de tu membresía a 300 euros al mes?
No, no es eso.
Significa que una de las vías más rápidas para lograr la vida que tú quieres con un negocio es alejarte de aquellas personas que no te convienen.
Alejarte de clientes tóxicos.
Y rodearte de empresarios que, cómo tú, saben lo que quieren de su vida y de sus negocios.
Y lo que no quieren también.
Están aquí, en mi lista de correo: