Cómo preparar una propuesta de valor cojonuda para tu membresía.
Quizás esto te suene:
Debo crear contenido para la membresía
Pero claro, sin pasarme, no se vayan a pensar que lo doy todo gratis.
Aunque necesito crear el suficiente para que les mole y se queden.
¿Cuánto es suficiente?
¿Mejor hago cursos grabados o formación en directo?
¿En video? ¿Audios? ¿Descargables? No sé.
Debo estar muy activo en la comunidad de la membresía.
Pero tampoco me voy a pasar el día ahí, que tengo otras cosas que hacer.
Aunque sé que tengo que dinamizarla, que si no las comunidades mueren.
¿En qué plataforma la creo? ¿WhatsApp, Telegram, Discord…?
¿O monto un foro de toda la vida y a correr? No sé.
Debo ofrecer un muy buen soporte a mis suscriptores.
Pero claro, un buen soporte da mucho trabajo…
Y por lo que cobro, no me compensa estar todo el día respondiendo a dudas.
En mi caso, ¿qué sistema de soporte me conviene más?
¿Es mejor vía formulario? ¿Directo grupal? ¿Les doy mi número? No sé.
Debo prestar este servicio de forma recurrente a mis suscriptores.
A priori pintaba bien, porque seguiría haciendo lo mismo, pero cobrando cada mes.
Aunque quizás no me estoy organizando bien, porque facturo menos que antes.
¿Qué está fallando?
¿Cómo debería productizar bien mi servicio para que sea rentable?
¿Por qué mis horas siguen estando vacías? No sé.
Debo preparar y enviar este producto a los socios.
Esto de enviarles una caja sorpresa al mes pintaba bien.
Aunque creo que me estoy complicando. Stocks, envíos, logística…
¿Debería buscarme a un socio? ¿Externalizarlo? ¿Cambiar de modelo?
¿Olvidarme de producto físico y digitalizar todo? No sé.
Si alguna vez pensaste en montar tu membresía o, mejor aún, ya lo hiciste, puede que te hayas sentido muy identificado.
Muchas dudas, incógnitas y preguntas.
Conversaciones mentales recurrentes han pasado por tu cerebro y por tu corazón.
Conversaciones mentales que todos hemos tenido alguna vez.
Algunos, ya han salido de ahí y han arrancado sus negocios.
Otros, todavía siguen dándole vueltas en un bucle infinito de dudas e incertidumbre.
Lo que, precisamente, les lleva a nunca arrancar.
Tengo una lista de correo.
Todos los días escribo un consejo sobre negocios de membresía.
Si te interesa recibirlos, déjame tu email justo aquí debajo y te los mando: