Contrato a un grupo de comerciales y pasa esto.
Tremendo esto.
No te había contado que tengo un equipo comercial a mi servicio, reportándome tremendos beneficios todos los meses.
La verdad es que no les pago nada, pero lo que es trabajar, trabajan mucho para mí.
Lo curioso, es que lo hacen gratis y con mucho esmero. Nada les puedo reprochar yo.
Al contrario, me están trayendo unas dosis de visibilidad, alcance, leads y, en última instancia, ventas, que ni el último lanzamiento PLF del gurú de turno.
Hablo, naturalmente, de los haters de Twitter.
Del grupo numeroso de desocupados que se la pasan criticando mi trabajo.
De la troupe de wanabees que reparte su tiempo entre Twitter y varias guarderías online.
De un colectivo de personEs, guardianes de la moral y salvadores de la ética, que en vez de dedicar su jornada laboral a facturar cantidades obscenas de dinero, la gastan en hablar de mí, de mis emails, de mi comunicación y de todo aquello que les irrita el colon.
La putada es que, como Hacienda se entere, tendré que pagarles comisión;
- Comisión por darme visibilidad gratis
- Comisión por compartir mi newsletter gratis
- Comisión por hablar sobre mis servicios gratis
- Comisión por pegar frases mías ya icónicas gratis
- Comisión por hablar de mi membresía gratis
Eso sí, por lo que no les pagaré comisión es por mencionarme en Twitter.
Ya que, por algún extraño motivo, eso no lo hacen.
Que digo yo, joder, ya que me pones a parir, mencióname hombre, y así nos reímos juntos.
Pero parece que mi equipo comercial es muy bueno haciéndome ganar dinero, pero terriblemente cobarde en la distancia corta.
Bueno, tampoco me voy a quejar. Hacen lo que pueden. Y gracias a ellos y a Twitter, creo que este mes me dará para pagarme la cuota de autónomo societario.
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