Conversaciones de madrugada con tu tarjeta
Tú.
Tu tarjeta
Un vaso de scottish.
Las tres de la madrugada.
—Me parece muy buena opción, pero ya sabes que todas las decisiones las comparto contigo.
— Me parece bien que las compartas, más cuándo no tiene ni pies ni cabeza, tío.
— ¿Cómo que no? La propuesta suena bien.
— ¡¿Qué suena bien?! Que son 250€. 250 pavazos que me dejarán tiritando, joder.
— Pero a ver. Sí, son 250 euros, impuestos incluidos, pero es para crear la membresía. Es algo que llevamos tiempo pensando.
— ¿Y por qué pagar? Si en Youtube hay muchos vídeos que te cuentan lo mismo. Que no te enteras.
— Cierto, en Youtube hay vídeos. Pero no parecen muy profesionales, además que muchos están en inglés y ya sabes que no es mi fuerte.
— Bobadas. Para dar cuatro clicks al plugin de membresía, no hace falta saber inglés. Y así me dejas tranquila, que las tarjetas sufrimos mucho estrés.
— Hombre, a ver. No creo que solo sean cuatro clicks. Mira, en la página del curso dicen que tienen 11 módulos y tres extras. Eso son más de cuatro clicks.
— Nada, nada. Tú me dejas tranquila en tu cartera, te vas a Youtube y todos contentos. Ponme otro whisky.
— Toma. Oye, ¿y el soporte? En Youtube no hay soporte. Ni plugins. Mira, pone que incluyen los plugins para crear el Membership Site.
— Bueeeno. A ver, sí es cierto que incluyen extras guapos, no lo vamos a negar. ¡Pero que son 250€, tío! Nos lo ahorramos y ya tenemos para la entrada del Lambo jajajajajjja.
— Qué Lambo ni qué Lambo. Que lo que nosotros queremos es crear la membresía esta de macramé que siempre comentamos. Y si compramos una formación que nos da el paso a paso para lograrlo, ya no tendremos excusa.
— Joder, ni que tuvieras comisión de afiliado. A ver, pásame la web que le echo un vistazo.
Ya no hay web.
Lo que hay es una lista de correo: