¿Cuánto ganas?
En serio te lo pregunto.
¿Cuánto ganas? Casi seguro que lo sabes.
Vale, ahora te pregunto otra cosa:
¿Cuánto crees que deberías estar ganando? Es decir, ¿cuánto crees que deberías ganar?
Eso quizás no es tan evidente. Pero si tienes un negocio serio, te será fácil calcularlo.
Ahora resta esos dos importes.
O sea, lo que deberías estar ganando menos lo que ganas en realidad.
Anota ese importe. ¿Lo tienes? ¿Sí?
Vale ese importe es clave y deberías pintar esas cifras en la pared de tu despacho.
Porque ese es el coste real de lo que desconoces.
El coste de lo que no sabes. De lo que te falta por descubrir.
Ese es el coste, bastante alto por cierto, de la información que te falta en estos momentos.
Eso aplicado al mundo de los negocios resulta bastante evidente, ¿no?
Si no vivieras con ese desconocimiento, estarías infinitamente más cerca de ganar lo que deberías estar ganando.
Es por ese coste que la mayoría monta negocios de membresía que no funcionan.
No funcionan o no dan todo el dinero que deberían estar dando que, al final, es lo mismo.
El coste de no tener claro por dónde tirar.
El coste de no estar haciendo lo que más dinero te dará.
El coste de no ser consciente de que lo que haces te lleva en la dirección contraria.
El coste, en definitiva, de no tener en tu poder la información que convierte negocios dormidos en negocios lucrativos.
Sin embargo…
Tengo una newsletter.
Todos los días escribo un email con un consejo de negocio que liquida desconocimiento.
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