Desmonto tres opiniones sobre membresías de gente desinformada
Si tienes un negocio de suscripción o estás pensando muy seriamente en montar uno, seguramente esto te va a interesar…
Porque en este email voy a desmontar vilmente tres de las opiniones más comúnmente desinformadas sobre este modelo de negocio.
Sin más dilación,
vamos al turrón:
Hay que lanzar una membresía con un precio muy bajo y ya si eso ir subiéndolo.
Para nada. El precio no es ni el único factor de compra ni el más importante. Pensar eso es muy reduccionista y te obliga a suponer que tu target es pobre o no quiere gastar.
Nada más lejos de la realidad, puesto que hay montones de personas con mucho dinero que gastar y tremendas ganas de hacerlo. Llega a ellas.
Si monto una membresía voy a ser su esclavo, ya que tendré que crear millones de contenidos para mis suscriptores.
Esto no funciona así. Primero, que no todas las membresías tienen que ser de contenido y, segundo, tanto la cantidad como la frecuencia de creación y publicación las decides tú en función de lo que te de la gana.
No existe una biblia o una ley superior que diga que debas crear un curso todos los días, o hacer siete directos todas las semanas, o subir treinta descargables todos los meses. Busca tu método y síguelo a rajatabla.
Para captar clientes para mi membresía tengo que dedicar muchas horas en redes sociales, hacer reels, bailar, mover el culo y enseñar las tetas.
En ningún caso. Las redes sociales son una herramienta excelente de creación de marca personal y aumento de autoridad. Sin embargo, son un canal más de captación, no el único.
E, incluso, puedes directamente no usarlas. Crea un podcast, haz videos en Youtube, directos en Twitch o escribe un blog. Lo que sea que te acerque a tu target. Pero no te obsesiones son regalar valor gratis sin freno en cualquier red social.
Bien.
¿Por qué hay personas que piensan lo que piensan, ya no sobre membresías, sino sobre cualquier tema?
[Dentro lección del día]
Porque las personas ven la realidad solo desde su punto de vista.
Y las cosas no son como son.
Las cosas son como parecen que son.
Y a veces parece que son de una forma determinada en función de creencias, aprendizajes o experiencias pasadas…
…así como opiniones de personas cercanas o referentes.
Bueno, a ti esto último ya no te va a pasar.
Ya que por suerte tomaste acción suscribiéndote a esta lista y me tienes a mí para desmontar mitos con poca base y ningún fundamento.
Además, tengo una lista de correo.
Justo aquí: