El error que no sabes que estás cometiendo.
Alguien que va a montar una membresía, ¿qué hace lo primero?
Se abre una cuenta en Instagram.
Se preocupa por qué focos comprarse.
Publica mucho contenido en su blog.
Pierde el tiempo mirando Analytics.
Se graba bailando en TikTok.
Se preocupa por qué micro comprarse.
Mira las bajas de su newsletter.
Hace la web.
¿Algo en contra?
Depende, si lo hace bien, nada en contra.
El problema es que la mayoría lo hace mal y en vez de vender, no vende.
Me refiero, naturalmente, a la web.
Todo lo demás es lo contrario de lo que hay que hacer para montar una membresía de éxito.
A ver, no voy a entrar en temas técnicos de la web.
Para eso está el curso que me gusta regalar a las personas que entran a mi membresía.
Pero de lo que sí hablaremos es del dinero que muchos están perdiendo por su web.
No nos equivoquemos.
No es porque el logo no sea lo suficientemente cuqui.
O porque en las fotos no salga tu lado bien.
Ni mucho menos es porque hayas elegido este plugin o el otro.
Lo que pasa aquí es que la mayoría de membresías venden infinitamente menos de lo que podrían si su web fuera usable.
Me refiero, a que la experiencia de usuario que ofrecen es mala.
Entonces, alguien que se acerca a tu membresía para comparte, termina yéndose a comprar a tu competencia, esa que te genera urticaria cada vez que te la nombro.
Cuándo cambiando un par o tres de cosas de tu web, podrías aumentar varios puntos tu porcentaje de conversión.
¿Te imaginas lo que supondría para tu negocio aumentar varios puntos la conversión?
Bueno, eso tiene una parte mala y una buena. La mala es tener esa información y no usarla.
La buena es que tengo una lista de correo a la que todos los días escribo un consejo de membresías.
Te apuntas desde ahí abajo: