En qué se parece Bitcoin a un negocio de membresía
Últimamente, estoy bastante metido en el mundillo de las criptomonedas.
A ver, que no soy un gurú del tema, ni mucho menos, pero me interesa.
Me interesa tanto que estoy haciendo mis primeras inversiones.
Nada gordo. Voy metiendo pequeñas cantidades, viendo su evolución y aprendiendo por el camino.
Y sobre todo estoy trabajando con Bitcoin.
Sí, sé perfectamente que existen otras criptos con las que puedes ganar bastante más dinero.
Sin embargo, mi objetivo con Bitcoin no es invertir y pegar el pelotazo.
Mi objetivo es ahorrar, ya que entiendo esta criptomoneda como reserva de valor y ahorro a largo plazo.
Y como un sistema para ahorrarme el 7% anual de inflación que sufre tu dinero muerto de risa en tu banco de toda la vida.
Pero esa es otra cuestión. Un día podemos hablar de esto, pero hoy no.
Bien.
Las criptomonedas en general, y Bitcoin en particular, han llegado para quedarse.
No son una moda pasajera, como el reguetón o votar a Podemos.
Han llegado para cambiar completamente el paradigma de la economía mundial tal y como la conocemos.
Algo parecido pasa con los negocios de suscripción.
No son una moda, como lanzar cursos a lo Jeff Walker y crear treinta y siete funnels, trece webinars automatizados y siete autoresponders.
Las suscripciones son un modelo de negocio estable, predecible y escalable.
Y lo serán hoy y también mañana.
Tanto Bitcoin como las membresías están en un momento incipiente.
Pocos las utilizan. Pocos se benefician de ellos. Pocos entienden el valor que supone poseerlos.
Esto es así.
Lo que quiero decir es que todavía estás a tiempo.
En unos años, todo el mundo tendrá Bitcoin y toda tu competencia ofrecerá su producto bajo pago recurrente.
Todos.
Pero hoy no. Todavía no.
Aún hay espacio para crear, lanzar y escalar tu negocio de membresía y ocupar un puesto preferente en tu mercado.
Y que cuándo los demás se despierten, el referente seas tú.
Si la idea te pone cachondo, mira aquí: