En qué se parece una mujer a tu cliente
Este es uno de esos posts que solo entenderán las personas inteligentes.
Las personas con serias limitaciones emocionales, no.
Si alguna vez has tratado de ligar con una mujer, es prácticamente imposible que no te hayas percatado de esto.
En el juego de la seducción (y en el de la venta, que es lo mismo) hay algo que cuenta más que la belleza.
Más que la riqueza.
Incluso te diría más que la inteligencia.
Estoy hablando de la seguridad.
Es prácticamente imposible que hayas conseguido ligar con una mujer si ella no ha visto en ti un atisbo de seguridad.
Prácticamente imposible.
Esto es así porque las mujeres, por regla general, buscan seguridad en el otro.
Buscan a una persona que les haga sentir seguras.
Ya sea, seguras para una noche, para una relación, para formar una familia o para montar un negocio
Y sin seguridad, no hay nada de todo eso.
En los negocios pasa lo mismo.
Es prácticamente imposible que vendas una sola suscripción a tu membresía si no transmites seguridad a tu cliente.
Si no le haces sentir que en tu negocio encontrará exactamente lo que necesita para solucionar su problema y alcanzar sus objetivos, sean estos los que sean.
Y ojo, no digo que se lo digas. Digo que se lo tienes que hacer sentir.
No es lo mismo.
Y cuándo hablo de seguridad no me refiero a mostrarte chulo e insensible, o decir muchos tacos y beber cerveza.
Eso no te convierte en un tipo seguro.
Eso te convierte en un gilipollas.
Bueno, que debes ser capaz de proyectar a tu cliente que sacando la tarjeta logrará pasar de A a B de la forma más sencilla posible.
Y yo te enseño eso.
Para que nunca más tengas problemas para captar suscriptores para tu membresía.
Y créeme que te conviene aprenderlo.
Si tú también lo crees, pásate por aquí y te cuento más: