Este email te va a reventar por dentro.
Me he encontrado con dos tipos de emprendedores en esta vida:
Tipo 1: El que te dice:
—No tengo tiempo para vender.
Y aparta la mirada cuándo le respondes:
—¿Y de qué tienes tiempo? ¿De publicar otro reel en Instagram que nadie verá?
—No tengo tiempo para vender.
—¿Y de qué tienes tiempo? ¿De escribir otro post en tu blog que no interesará ni a Google?
—No tengo tiempo para vender.
—¿Y de qué tienes tiempo? ¿De grabar otro video para un canal de Youtube muerto?
—No tengo tiempo para vender.
—¿Y de qué tienes tiempo? ¿De hacer otro webinar al que solo asistirá tu madre?
—No tengo tiempo para vender.
—¿Y de qué tienes tiempo? ¿De locutar otro audio que la gente escuchará con tapones?
—No tengo tiempo para vender.
—¿Y de qué tienes tiempo? ¿De subir otro bailoteo en tiktok enseñando las tetas?
—No tengo tiempo para vender.
—¿Y de qué tienes tiempo? ¿De preparar otro servicio que nadie pedirá?
—No tengo tiempo para vender.
—¿Y de qué tienes tiempo? ¿De encerrarte a grabar un curso que nadie comprará?
—No tengo tiempo para vender.
—¿Y de qué tienes tiempo? ¿De bajar otra vez tus precios a ver así atraes al tóxico?
—No tengo tiempo para vender.
—¿Y de qué tienes tiempo? ¿De destruir la poca autoestima que todavía te queda?
Tipo 2: El que te dice:
—No sé cómo vender bien mi membresía.
Y se pone cachondo cuándo le respondes:
—Esta semana aprenderás algo básico para vender: construir una audiencia fiel y pegada a tu nicho a quién venderle. Y lo harás aprovechándote de Twitter, la mejor herramienta que existe a día de hoy para trabajar una marca personal fuerte en internet que irremediablemente te proporcione visibilidad, autoridad, audiencia y ventas,
El único requisito para aprender esta fantástica lección, es apuntarte a mi newsletter gratuita.
El tipo 1 nunca se apuntará a la newsletter.
El tipo 2 ya está dentro: