Este tipo de post solo lo aprovechan las personas de éxito.
Los demás, siguen tumbados en el sofá viendo Telecinco mientras, agarrando el móvil muy fuerte con las dos manos, escriben enfurecidos:
—Eres un vendehumos.
—Deberías ser más humilde.
—El tono de tus emails es de lo peor que he visto en internet.
—¿Crees que así venderás algo?
—Leerte todos los días me pone de mala leche.
—Si no dejas de mandarme emails te denunciaré.
Recibo emails de este tipo todas las semanas.
¿Y sabes lo más divertido?
Que la gran mayoría siguen en la lista.
Me refiero a que, la inmensa mayoría de la gente que me escribe para dar a conocer sus frustraciones e inseguridades al mundo…
(ojo lo incongruente que es eso para el éxito en la vida)
… Jamás se da de baja.
¿Por qué pasa eso?
¿Es que no hay un botón de baja al pie de cada email?
Claro que lo hay. Pero la respuesta no está ahí.
La respuesta está en la Marca Personal.
Eso es todo.
Quero decir, en el poder del magnetismo extremo que tiene una buena marca personal.
Y ojo, que también tiene cosas malas, como atraer a montones de haters con el cerebro apagado o fuera de cobertura que a lo máximo que pueden aspirar en esta vida es a sacarse las oposiciones de auxiliar administrativo de su pueblo.
Pero los beneficios, también económicos, claro, superan con creces las desventajas.
Entonces, con este email, quiero que entiendas que construir una marca personal fuerte, poderosa y reconocible es de las mejores decisiones que puedes tomar si quieres un negocio que te de la vida que realmente quieres tener.
Sea la que sea esa vida.
¿Que quieres mudarte con tu familia a una casa en la playa? Puedes.
¿Que quieres comprarte un deportivo y dejar las ruedas marcadas en tu barrio? Puedes.
¿Que quieres ponerte tetas y culo hasta ser la envidia de todas tus amigas? Puedes.
A ver, hay cosas de estas que yo no haría.
Todo está bien, en cualquier caso.
Entonces, en mi lista te enseño eso.
¿Qué lista?
Pues mi lista de correo, a la que todos los días envío un email con un nuevo consejo de negocio.
Día fuera, consejo perdido.
Si te interesa, te apuntas ahí abajo: