Esto es lo que más miedo me da en la vida.
Valientes, nos llaman.
Nos dicen que olé por nosotros, por habernos especializado en un nicho concreto.
Y, además, por haberlo hecho en membresías.
Otros, nos dicen que olé nuestros cojones, por tener una.
Con lo difícil que es que funcione. Con la de horas que hay que echarle. Con la de contenidos que hay que crear.
(…)
Mira, algunas personas me han dicho literalmente que con lo chungo que es montar una membresía, casi mejor se quedan vendiendo servicios.
Que sí, que ya, que escalan mal, que intercambian su tiempo por dinero, que el límite de facturación. Pero que mira, al final, van tirando.
Y que prefieren eso, millones de veces antes que enfrentarse a lanzar una membresía.
Valientes, nos llaman…
Para mí, los valientes son ellos.
40 años de su vida vendiendo servicios.
40 años atendiendo a clientes de mierda que no valoran nada.
40 años intercambiando su tiempo por dinero.
40 años con un límite de facturación insuperable.
40 años trabajando 16 horas al día.
40 años sin poder llevar a los niños al fútbol ni ver como se duermen cada noche.
40 años buscando los descuentos en el súper y eligiendo vacaciones en la web más barata.
40 años llevando a su pareja a cenar al chino del barrio.
40 años escogiendo el vino más barato.
40 años sin pedir vino.
40 años rodeándose del mismo entorno.
40 años quedando para hablar de lo difícil que está todo, de la subida de la cuota de autónomos y de la mala suerte que tienen con los clientes que les llegan.
Y de fútbol. 40 años hablando de fútbol.
40 años sabiéndose las noticias del día.
40 años preocupándose por si verde, rojo, azul o morado.
40 años viendo la televisión, escuchando la radio y leyendo periódicos.
Lo que más miedo me daría en esta vida es no ser libre.
Tengo una newsletter.
Te lo digo porque todos los días escribo un nuevo consejo de membresías a los miles de personas que están apuntadas.
Es gratis.
En caso de interés, es ahí abajo: