Explico en entrevista 2 claves para vender bien cualquier membresía.
El otro día me preguntaron eso en una entrevista para un podcast cojonudo que lleva más de mil episodios publicados.
¿Es cojonudo por el número?
No por el número en si, sino por lo que significa ese número.
En unos días, cuándo salga, te hablaré de ese podcast. Y te pasaré el enlace par que, si quieres, escuches la entrevista.
Queda feo que yo lo diga, pero salió muy bien jajaja
Pero bueno, hoy no quiero hablarte de la entrevista.
Hoy quiero hablarte de esa pregunta. De esa gran pregunta.
Y de mi respuesta.
Como dijo Jack, vamos por partes.
Cuándo montas una membresía, lo haces por la estabilidad de facturación.
Por la recurrencia de ingresos. Por la seguridad que todo eso le da a tu negocio y a tu vida, que son lo mismo.
Está claro.
Sin embargo, para conseguir ese nivel tan alto de seguridad, debes ser capaz de venderla.
Quiero decir, debes tener las herramientas no solamente para lanzar tu membresía al mercado, sino también para llenarla de clientes que te paguen todos los meses.
Y todos los años.
Sin embargo, pocas membresías realmente venden bien.
Y cuándo digo vender bien, no digo vender 1.000, 2.000 o 3.000 euros al mes recurrentes.
Nada en contra de vender esas cantidades, ojo. Son muy respetables.
Pero yo digo vender bien.
Entonces, ¿cómo conseguir eso?
Pues mira, te respondo lo mismo que en esa entrevista. Necesitas básicamente dos cosas:
Primero, necesitas conocer profundamente a tu cliente. Y cuándo digo profundamente, digo profundamente. No su limitarte a saber sexo, su edad, su estado civil, su color de pelo o la marca de condones que utiliza, si es que utiliza.
Eso es lo que dicen los expertos en marketing.
Yo, como no sé de marketing, digo conocer profundamente a tu cliente. Entender su conversación mental, descubrir qué le preocupa, qué le irrita, qué le excita, qué le quita el sueño y qué necesita para llenar su ego y lograr la validación social.
Y segundo, meterte en esa conversación mental. Trepanarle el lóbulo frontal, penetrar en su mente, entrar en todos esos pensamientos y hacerlo sistemáticamente hasta que te perciba como algo tan natural como tomarse el café de la mañana.
Eso, lo que hay que hacer para vender bestia una membresía, es lo que respondí en esa fabulosa entrevista.
¿Y el cómo?
Bueno, de eso solo hablo en mi newsletter.
La que todos los días mando a miles de emprendedores y empresarios, digo.
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