La extraña relación entre los vinos caros y las bajas en tu membresía
El otro día fui a un bar. No era un bar barato.
Era un bar especializado en vinos. Vinos buenos. Vinos caros.
Para que te sitúes, no era como una membresía generalista de 10 euros al mes.
Eso no.
Era como un Membership Site nicho de 50 euros al mes.
Bien.
En ese bar hay vinos buenos. Camareros atentos. Sillas cómodas. Y tapas malas.
Vaya.
Te tomas un vino de 4€ la copa y lo acompañan con unas patatas de bolsa más refritas que las sopas tradicionales de la Pujarra.
Si no entiendes la analogía, Google es tu amigo.
Te deleitan con el mejor chardonnay, un buen albariño o un chacolí especial.
Y te bajan la líbido con las malditas patatas de bolsa.
Las jod*das palatas de bolsa.
Las pu*as patatas de bolsa.
Y eso no es bueno.
No es bueno porque como cliente te sientes estafado.
Te sientes engañado.
Te sientes vilipendiado.
Y te sientes todo eso porque tú vas a menudo a ese local. Vas de forma recurrente. Y la propuesta de valor siempre es la misma.
Vino bueno. Patatas de bolsa.
Vino bueno. Patatas de bolsa.
Vino bueno. Patatas de bolsa.
No hay novedad. No hay motivo por el cual volver y sentirte cuidado.
Sentirte emocionado por probar una nueva tapa con tu vino de 4 euros.
Siempre las patatas de bolsa.
Pues esta frustración es la misma que sienten los suscriptores de un Membership Site cuándo vuelven una y otra vez a tu membresía y no encuentran nada nuevo.
Nada fresco.
Nada que les excite sobremanera y haga palpitar el CVC de su tarjeta de crédito.
Nada que justifique su permanencia en la membresía.
¿Y qué pasa entonces? Que se dan de baja.
Oh.
Y tu churn sube.
Oh, oh.
Mira.
Yo de vinos sé poco. Pero de lo que sí se es de crear Membership Sites que conviertan visitantes a suscriptores. Y te enseño aquí: