La lección del sábado te la dará esta mujer.
Vale, hay quién piensa que esto son chorradas.
Que la experiencia de usuario es una milonga y que da igual que su web no se entienda.
Que da lo mismo si la gente que quiere pagar no sabe llegar a la página de pago porque su web es un laberinto.
O un jeroglífico imposible que descifrar.
Bueno, todo está bien.
Nuestra amiga la selección natural haciendo su trabajo.
Los inteligentes y los que se adaptan sobreviven.
Pero las membresías que no ofrecen una buena experiencia de usuario, no.
Esas desaparecen sin dejar rastro alguno, como ese que te hizo ghosting.
Ojo, eso no solo tiene un impacto jodido en las ventas.
(Lo de que si alguien llega a tu web y ve el pifostio que tienes montado, se largará para darle su dinero a tu competencia, digo).
No solo es eso.
También tiene un impacto grande en la retención de suscriptores.
Quiero decir, tú estás haciendo un esfuerzo importante en captación.
Tienes un proceso de ventas que funciona y entra gente a tu membresía.
Pero un porcentaje relevante de esa gente se pira.
¿Porque no le gusta tu propuesta de valor?
¿Porque no tiene tiempo?
¿Porque le caes mal?
No, porque cada vez que se mete en tu web para buscar algo, no sé, el último video que has publicado, el próximo directo que harás o simplemente para cambiar su email…
Dedica más tiempo a buscar que a hacer la declaración de la renta.
Hasta que llega un momento que no le compensa y se larga.
Y te deja más helado que el corazón de tu ex.
Esto pasa más de lo que te puedes llegar a imaginar.
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Día fuera, consejo perdido.
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