Me siento estafado y MUY INSULTADO
En este email te voy a contar por qué los haters jamás triunfarán en esta vida.
Te pongo en situación.
El sábado pasado mandé un email.
La mayoría de suscriptores de mi newsletter leyeron, escucharon y aplicaron lo que conté.
Sin embargo, hay quién, en vez de leer, comprar, escuchar y aplicar, se dedica a otra cosa.
Hay otro perfil de persona, ya sabes, el paradigma de hater-come-doritos-tumbado-en-sofá.
Su prioridad es demostrar lo muy muy enfadado que está, expulsando bilis y odio por todos y cada uno de los poros de su piel, esperando una respuesta por mi parte que alimente su falta de gestión emocional.
Una respuesta que nunca llegará. O, al menos, no como el hater espera.
El domingo me escribió un tipo que compró la Audioguía.
No reproduciré el email entero, porque era tan largo que nos pasaríamos el día aquí.
Porque el hater es un tipo con mucho tiempo libre, pero tú y yo tenemos cosas que hacer.
Mira si tiene tiempo libre que el tipo me mandó un email de cuatro páginas, contándome, punto por punto, qué no tengo ni puta idea de lo que hablo.
Desgranó cada una de mis frases.
Las subrayó. Le puso negritas. Le puso colorines. Les cambió el tamaño de fuente.
Vaya, que tal nivel de formateo solo está al alcance de un prodigio del diseño o de un desocupado con demasiado tiempo libre.
Y con falta de vida.
Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue su argumento definitivo.
Me contó que sigue las formaciones de Isra Bravo y Arturo García.
Y que me leyó porque ellos recomiendan mi trabajo, pero que tengo mucho que aprender porque no les llego a la suela de los zapatos.
Sé muy bien que Arturo e Isra son dos bestias pardas del emprendimiento hispano.
Lo sé porque los sigo muy de cerca y porque soy cliente de sus formaciones.
Ahora, ¿qué pensaría el hater si supiera que ambos también son clientes de las mías?
Igual le revienta la única neurona que le sigue en pie.
Quiero que te quedes con dos cosas de este email:
Cosa 1: los haters nunca triunfarán en esta vida porque dirigen sus esfuerzos en la dirección equivocada (y porque su indigencia mental no les deja ir más allá).
Cosa 2: el email que puso TAN nervioso a este tipo lo puedes leer apuntándote gratis aquí: