Mi amiga está en Ucrania
Yo quería ser periodista.
Esto ya lo conté en otra ocasión.
Sin embargo, últimamente se han suscrito muchas personas a esta lista en la que todos los días te mando un consejo sobre membresías y luego te vendo la mía.
Hasta aquí el consejo de hoy.
Bueno, que estudié comunicación porque quería ser periodista y contar historias.
Hoy grabo podcast, escribo emails, hago directos… y cuento cosas.
No es lo mismo, pero gano bastante más de lo que ganaría como periodista,
De eso no hay duda.
Algunos dirán que no tengo ni puta idea de nada, que lo tengo todo escrito, que otros me hacen los guiones o que leo más que hablo mientras me insultan en Twitter comiendo Doritos caducados del Mercadona.
Todo en orden.
Tengo una amiga periodista.
Se llama Mónica y trabaja para Hipertextual, uno de los principales medios digitales en habla hispana.
Y estos días ha estado en Ucrania contando toda la movida como una diosa del periodismo que es.
El otro día se lo decía. Uno sabe que hizo bien quitándose del periodismo cuándo ve a otras personas haciéndolo infinitamente mejor que uno mismo.
Pero no un poco mejor. Infinitamente mejor.
Y es que cada uno vale para lo que vale.
¿Podría yo trabajar para un medio tradicional y contar milongas políticas y sociales?
Poder, podría.
Sin embargo, se me da mejor aprender mucho sobre negocios de suscripción y volcar todo lo que sé en Memberships Club, la primera membresía para emprendedores con membresía en habla hispana.
Un lugar donde los haters nunca entrarán porque de tantos Doritos que comen se les ha quedado el dedo demasiado pringoso para acertarle al botón de suscripción.
Para todos los demás:
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