Mi opinión no solicitada sobre la isla de las tentaciones
No me juzgues. Todavía.
Mira.
El otro día estaba zapeando y me encontré con un programa raro. De lo más bizarro que he visto en la vida.
Te cuento.
Había un grupo de chicos y chicas «guapos» en bañador alrededor de una piscina.
Digo «guapos» porque quizás para ti un grupo de tíos enseñando su six pack o chicas con un escote hasta el ombligo, pueden parecerte guapos.
O no.
Bien.
Pues estaban bañándose en la piscina todos juntos, riéndose, mientras criticaban a sus parejas.
Unas parejas que, curiosamente, estaban en otra piscina, también semidesnudos, bañándose con otros semejantes y criticándoles a ellos.
Ya te dije que se trataba de un panorama de lo más bizarro.
Luego me enteré de que esto que vi se llama La isla de las tentaciones, y es un programa que se emite en varios países del mundo desde hace tiempo.
Vi unos minutos de tele basura.
Oh.
Perdí unos minutos de mi vida viendo a un grupo de niñatos, sin oficio ni beneficio, dejándose masacrar en un reality para luego, por si esto fuera poco, servir de carnaza para otros programas de la susodicha cadena de televisión.
Gente que maneja pocas neuronas. Con muy poca vergüenza.
Pero con muchas ganas de ganar pasta, claro está.
Pasta fácil de ganar. Y de quemar.
Entonces, si quieres ganar dinero, ¿te recomiendo meterte en La isla de las tentaciones?
Bueno, puedes intentarlo. Quizás te funcione si cuentas con buenos músculos y muchos tatuajes por todo tu cuerpo.
Sin embargo, si no es el caso, quizás sea mejor idea montar ese Membership Site que te ronda por la cabeza. Un negocio online, escalable, que dependa solamente de ti más allá de las neuronas que manejes.
Y casualmente, tengo una lista de correo para enseñarte a crearlo