Nos pide presupuesto, cuestiona nuestros conocimientos y lo que pasó después te sorprenderá
Ya sabes que desde Bicicleta Studio somos especialistas en Membership Sites.
En mayo de 2018, nos enfocamos 100% en la creación de sitios de membresía para clientes. En ayudarles a conseguir ingresos recurrentes a través de su negocio de suscripción.
Es por ello que podemos decir que sabemos bastante de Membership Sites.
Un poco, no. Bastante.
Exactamente igual que tú, que sabes bastante de lo tuyo. De tu oficio. De tu profesión.
Un poco, no. Sabes bastante.
Bien.
El otro día nos llegó un lead (es la forma fashion y anglosajona de decir contacto desde la web) interesado en nuestros servicios de diseño y desarrollo de membresías.
Nos contó su caso, lo valoramos y decidimos que podíamos ayudarle. Correcto, nosotros elegimos a nuestros clientes.
Y no al revés.
Pero eso es tema para otro email.
Entonces,
Intercambiamos varios correos para terminar de entender su idea. Nuestro trabajo también consiste en tangibilizar las necesidades del cliente y traducirlas a un proyecto terrenal.
Finalmente, le preparamos una propuesta técnica y económica para la creación de la plataforma.
Todo esto no tiene nada de especial, pues es nuestra forma habitual de trabajar.
No, no nos reunimos a las primeras de cambio. El típico «oye, hacemos una llamada y os cuento mi idea» con nosotros no va.
Pero ese también será contenido para otro email.
Al tema.
Una vez le mandamos la propuesta, nos contestó muy amablemente trasladándonos una serie de objeciones.
Y no, en contra de lo que pueda parecer, las objeciones no iban relacionadas con el precio del servicio.
Sus reparos cuestionaban toda la parte técnica de la propuesta.
– ¿Por qué utilizar WordPress para crear una membresía habiendo plataformas de terceros?
– ¿Este tema (plantilla)? Tengo una comprada en Themeforest que es mucho mejor.
– El plugin que me proponéis no me convence, pues hay otros gratis que me han dicho que están muy bien.
Etcétera.
¿Te imaginas qué pasó después?
Que el contenido de nuestro email de respuesta fue exactamente los siete primeros párrafos de este correo que acabas de leer.
¿Moraleja?
No dejes que nadie cuestione tus conocimientos. Tú eres bueno o buena en lo tuyo, y quién lo discuta o no quiera verlo, ya sabe dónde tiene la puerta.
¿Algo más por hoy?
Pues que si quieres monetizar tus conocimientos de forma recurrente, sabes bien que nuestra newsletter nicho para profesionales de las membresías te va a ayudar: