Por qué hacer Black Friday es de comunistas.
Hoy te contaré por qué tantos emprendedores coquetean con el comunismo en sus negocios y en sus vidas…
Y cómo evitar eso para disfrutar de un negocio serio y rentable de verdad.
A ver, ¿está mal coquetear con el comunismo?
Yo creo que bastante mal, pero eso solo es mi sesgada y turboliberal opinión.
Si tienes un negocio y quieres que funcione bien, quizás habría que coquetear menos.
Si no quieres que funcione, entonces adelante.
Vale, escúchame con atención.
Hay dos opciones en la vida, en los negocios y en las membresías, que son lo mismo.
- Generar y repartir riqueza
- Generar y repartir pobreza
Te pongo ejemplos prácticos de cada una:
- Membresía de precio medio-alto para personas que van en serio, que aporta mucho valor a sus socios y les da las herramientas exactas para que consigan antes sus objetivos. Eso vale tanto para negocios b2b como b2c.
- Membresía de precio bajo para wanabees, que funciona a modo de guardería de emprendedores para que sientan que hacen algo, cuándo en realidad no se mueven de la casilla de salida y sigue sin darles para pagarse autónomos.
Atiende ahora:
¿Te imaginas la membresía 1 haciendo descuentos, promociones y felaciones por estas fechas, porque el conocimiento debe estar al alcance de todos (pero que en realidad hace eso solo para justificar su falta de autoestima)?
¿Te imaginas a un emprendedor serio destruyendo su marca y la percepción de valor que sus clientes tienen de su negocio, poniendo banners en su web con precios tachados y al lado un precio más grande en tamaño pero más pequeño en amor propio?
¿Te imaginas a un líder, que desprende seguridad y autoridad por los cuatro costados, diciéndote que si te apuntas a su membresía el viernes negro o el lunes violeta pagarás la mitad porque es un ser de luz que camina sobre las aguas y solo quiere dinero feliz?
Vale.
¿Significa esto que no debas aprovechar épocas como Black Friday, Navidades o Rebajas para facturar a lo bestia con tu negocio?
En absoluto. Puedes y debes.
Sin embargo, lo que yo te propongo es que lo hagas con cabeza, con sentido común, y con una estrategia que, lejos de coquetear con el comunismo, coquetee con tu cuenta bancaria.
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