Si la web de tu membresía te da vergüenza, esto te interesa
Te da vergüenza.
Te entra el bochorno.
Te sube el sofoco.
Y es que la web de tu Membership Site no es algo de lo que puedas estar orgulloso. De lo que puedas presumir.
Más bien todo lo contrario. No te atreves ni a pasar la url a tus contactos, no sea que piensen que tu gusto a la hora de diseñar es pésimo.
Tu web te sonroja.
Tu web te ruboriza.
A veces, incluso deja de funcionar. Sin saber por qué. Sin saber de qué.
La membresía, simplemente no funciona. Los pagos no se procesan. Los usuarios no acceden.
Pantallazo en blanco.
Entonces es cuándo utilizas tu última bala y hablas con el hosting. Sí, ese ente lejano del que poco sabes y menos quieres comprender.
El ente te habla. Pero lo hace en un lenguaje raro. Un idioma extraño, imposible de descifrar para ti.
Y te agobias.
Y te cabreas.
Y te vuelves a agobiar.
Mira.
Quítate todo ese peso de encima, por favor.
Quítatelo. Fuera. A tomar por saco.
Porque tu trabajo, aquí entra mi opinión no solicitada del día, no es saber de diseño o programación web.
Tu trabajo no es entender las pasarelas de pago.
Tu trabajo no es comprender las tecnologías web más modernas.
Y, desde luego, tu trabajo no es hablar el idioma Klingon que hablan en los proveedores de alojamiento web.
No.
Tu trabajo es crear una propuesta de valor que ningún suscriptor pueda rechazar. A la que ningún suscriptor se pueda resistir.
Y cuidar al suscriptor.
Y mimar al suscriptor.
Y no tener que preocuparte más por temas técnicos.
Si en efecto quieres centrarte en lo importante y no tener que preocuparte más de si has creado mal la plataforma web de tu Membership Site, mira: