Siéntelo.
Piensa en el día que vendiste por primera vez.
En el primer día que un desconocido de internet te tiró su sucio dinero a la cara.
Puede que no tengas un negocio que factura decenas, o cientos de miles de euros al mes, pero si emprendes online tienes que haber vendido algo a algún cliente alguna vez.
Piensa en cómo te sentiste, cuándo te dio el sí.
El sí a contratar tus servicios, comprar ese infoproducto o suscribirse a tu Membresía.
Piensa en lo pletórico y satisfecho que te fuiste a dormir ese día, pensando que la sensación de vender es una de las mejores del mundo.
(Luego está la sensación de amanecer al lado de esa persona que tú y yo sabemos, pero eso es otro tema).
Piensa en cómo esperaste esa notificación de tu pasarela de pago.
Y en la ilusión que te hizo ver el ingreso en el banco.
Piensa en la fuerza que esa venta te dio para seguir adelante con tu proyecto.
—Si vendo uno, puedo vender más
Pues eso es lo que te propongo.
Hazlo más. Hazlo ahora.
Vuelve a sentirlo.
Durante diez ratitos de 20 minutos cada uno, aprendiendo el CÓMO.
Y el resto de tu vida aplicando y consiguiendo suscriptores para tu Membresía sin parar.
¿Cómo?
Déjame tu email ahí abajo: