Solo estás a una buena decisión de distancia de lo que más deseas.
¿Más libertad para ti?
¿Más pasta para tu familia?
¿Más relaciones que suman?
¿Más valoración social?
¿Más impacto mundial?
¿Más tiempo con tus hijos?
¿Más mandar a clientes de mierda a tomar por saco y solo trabajar con gente que te valora y que va a poner el trabajo para conseguir los resultados con tu ayuda?
¿Más escalar el negocio de tal forma que un nuevo cliente no te suponga más trabajo y solo más ingresos?
Ok, vamos a por ello. En serio te lo digo. Vamos.
Porque todo eso no está lejos.
Quiero decir, quizás en estos momentos lo ves lejos.
Cómo cuándo facturas cientos de miles y quieres llegar al millón.
¿Llegarás mañana?
No, casi seguro que mañana no.
Sin embargo, es algo posible.
Es factible. Realizable.
Y solo necesitas tomar una buena decisión.
La decisión correcta.
Esa decisión, que tampoco es tan trascendental en la toma, pero sí en el destino, porque te lleva a lo que verdaderamente deseas.
No digo a lo que de forma políticamente correcta deseas.
Digo a lo que verdaderamente más deseas.
Tú ya me entiendes.
Vale, una cosa más antes de terminar.
Tengo una lista de correo, a la que todos los días escribo un nuevo consejo de negocio.
Quizás apuntarte sea una buena decisión, quién sabe.
En caso de interés, ahí: