Suscriptor se da de baja y me escribe para decirme por qué (lección de negocio dentro)
—Hola Jordi buenos días, bueno me suscribi a u canal y newsletter la verdad espere respuesta de la ayuda que pedí ya que era muy importante para mi, jamas respondiste, perdiste un seguidor abrazo
Esto me lo dijo ayer Lucas, un amable ex-suscriptor de esta, nuestra lista de correo.
¿Qué podemos hacer con Lucas?
- Opción A: Pedirle perdón
- Opción B: Responder a su duda inmediatamente.
- Opción C: Decirle que lo sentimos, que el asistente virtual traspapeló el email.
- Opción D: Todas las anteriores son correctas.
Te dejo unos segundos para pensar.
(…)
(…)
(…)
¿Tienes la respuesta?
Te digo lo que haré yo.
Repetir lo que vengo diciendo desde hace mucho tiempo:
Tu tiempo, tus conocimientos, tus contactos, tu experiencia y tu saber hacer, no deben de estar al alcance de cualquier persona que deambula por el internet “con necesidades y respuestas muy importantes para ellos”.
Tu tiempo, tus conocimientos, tus contactos, tu experiencia y tu saber hacer, deben de estar al alcance solo de las personas que realmente te valoran.
Es decir, de las personas que te pagan por ello.
Porque, si hay algo que está meridianamente claro, es que las personas solo valoran lo que tienen, cuándo sacan a pasear su tarjeta de crédito.
Otra cosa es que crees contenido de forma gratuita en un newsletter, en un podcast, en un canal de Youtube, en un blog o en redes sociales, dentro de tu estrategia de marketing de contenidos. Eso está bien.
Sin embargo, hacer consultorías gratis, llamadas gratis, mentorías gratis, auditorías gratis (lo que pedía el amigo Lucas) y felaciones gratis, no es lo que más le conviene a tu negocio.
Si después de esto sigues pensando que en este newsletter no hay valor y que todo es spam, el problema no es del newsletter.
Basta de valor gratis por hoy.
Tengo un newsletter que sí es gratis.
Y todos los días escribo un consejo de membresías.
Si quieres recibirlos, apúntate justo aquí: