Te gusta tomar malas decisiones.
¿Viste el video en internet?
El del emprendedor, digo.
El que va a lanzar su Membresía a diez euros “para validar”.
¿Y el otro?
Te digo el de la emprendedora que lleva retrasando seis meses el lanzamiento.
Porque está encerrada en su casa grabando montones de contenidos para “salir con algo”.
¿Y ese?
El del empresario con una facturación inestable y, ni por asomo, se plantea montar una Membresía rentable, contante y sonante, que “eso da mucho trabajo”.
No sea que le dé la estabilidad financiera que su negocio (y su vida) necesitan.
A mucha gente le pasa eso.
Ven como un autobús les va a pasar por encima, esparciendo sus sesos por la calle de su pueblo, con los vecinos mirando, y se quedan ahí, impasibles.
O, peor aún, se ponen a correr hacia el autobús, como si quisieran alargar la agonía que lleva décadas limitando su vida y la de su negocio.
Coach, psicólogas, copywriters, médicos, terapeutas, consultores, nutricionistas, instructores de yoga, formadores, artesanas, entrenadores personales, arquitectas o asesores financieros, preguntándose que por qué no son capaces de escalar su negocio.
Preguntándose que por qué se pasan el día atendiendo a clientes y no tienen tiempo para nada más, para lo importante tampoco.
Preguntándose que por qué el fulano ese de su competencia se ha comprado un supercoche si aparentemente es un pobre diablo.
O preguntándose por qué esa fulana de la competencia lleva a sus hijos al mejor colegio de la ciudad, si aparentemente es una muerta de hambre.
Presta atención, cabronazo.
Hay cosas que están escritas en piedra.
En negrita y subrayado.
Casas que te llevan de ser atropellado por el puto autobús todos los días a ser tú quien atropella al autobús.
Y a tu competencia. A esa, sobre todo.
Cosas que están escritas en letras de fuego.
Cosas que no admiten discusión, porque llevan trillones de años funcionando.
Cosas que, una vez las aprendes, las aplicas no solo en tu Membresía, sino en cualquier puto negocio que quieras lanzar en un futuro.
Cosas que otros coach, psicólogas, copywriters, médicos, terapeutas, consultores, nutricionistas, instructores de yoga, formadores, artesanas, entrenadores personales, arquitectas o asesores financieros ya saben y están aplicando en sus negocios con resultados acojonantes.
Cosas que están aprendiendo apuntándose ahí: