Te he estado engañando todo este tiempo
En este email te contaré cómo llevo años engañándote sin que te des cuenta.
Pero antes, déjame preguntarte algo.
Cuándo montas un negocio, ¿por qué lo haces?
No, que lo montas para ayudar a XXX a conseguir XXX a través de XXX no me vale.
Hablo de por qué lo montas de verdad.
Analízate. Hurga dentro de ti.
Ya.
Posiblemente, no quieras mirar dentro porque lo que hay lo mismo no te gusta.
Déjame, ya lo digo yo.
Montas un negocio para ganar dinero.
Montas un negocio para dar estabilidad a tu familia.
Montas un negocio para conseguir libertad.
Montas un negocio para poder cerrarle la boca a tu cuñao que siempre te dijo que esto de las membresías era una soplapollez.
Montas un negocio para ganar dinero.
Esto es así.
¿Y qué pasa?
No pasa nada.
Al contrario.
Ganar dinero es bueno.
Ganar mucho dinero es muy bueno.
Pese a que según algunos que se quedaron viviendo en la revolución bolchevique montar un negocio y ganar dinero es algo feo, sucio y fascista…
…no lo es. En absoluto.
Bien.
¿Sabes lo que también es muy bueno?
Hacer ganar dinero a tus clientes.
A tus suscriptores.
Y a eso me dedico.
A ayudar a mis suscriptores a que vivan de sus negocios de suscripción.
No me dedico a hacer el bien en un país multicolor dónde nació una abeja bajo el sol.
Me dedico a conseguir que mis suscriptores ganen dinero con sus membresías.
Lo mismo te ha parecido que esto era una ONG.
Lo siento, pero no.
A los pielfinas les dolerá, me escribirán y me darán más historias para contarte en esta lista de correo.
La fiesta continúa.
Bueno, lo de crear negocios de membresía rentables, escalables y previsibles es aquí: