Tu web apesta
No te ofendas, pero tu web apesta.
O si quieres oféndete, da lo mismo. Eso no cambiará el hecho de que tu web esté peor montada que el sofá de Ikea que tu cuñado tiene en el salón.
Lo bueno de eso es que todavía estás a tiempo.
Da igual que tu web sea un pozo sin fondo o que no la hayas creado aun.
Da igual porque todavía puedes montar bien la web de tu membresía, aunque no tengas conocimientos técnicos de ningún tipo.
Una web rápida, 100% orientada a la captación de suscriptores y que te de cero problemas.
No digo una web que te de algún problema de vez en cuándo de esos que aceleran tu pulso de forma desmedida y te dan ganas de mandarlo todo a tomar por saco.
Digo cero problemas técnicos.
El tema…
Hay membresías de gente normal que venden decenas de miles de euros al mes y otras que apenas les da para pagar la cuota de autónomos.
¿Porque son más listos que tú?
¿Porque son más guapos que tú?
¿Porque tienen más carisma que tú?
La realidad es que hay gente que tiene una buena web y gente que no.
Me refiero a una web bien montada, construida desde los cimientos, con el doble objetivo de vender mucho y bien y de que no te genere ningún quebradero de cabeza.
Y crearla tú mismo es la mejor manera de asegurarte de que así es.
Pero a pesar de ello, para muchas personas la web de su negocio no es una prioridad.
Queda reducido a ver un par de tutoriales malos por internet, agobiarse por no saber como hacerlo y terminar por montar un truño que ni vende ni convence.
A ver, que tampoco es necesario que te metas a ingeniero supersónico.
Pero la diferencia entre crear la web de cualquier manera y hacerlo bajo unos mínimos de calidad y seguridad, es extraordinaria.
Para tu bolsillo, para tus clientes y para tu paz mental. Y para revertir las sensaciones que te hacen pensar que tu web apesta.
Por suerte, en mi newsletter te enseño todo eso y más.
Te apuntas desde aquí: