Ya me habían advertido de que esto de las membresías era una moda
El mundo está lleno de cuñaos. Eso lo sabemos todos.
Y en Linkedin hay muchos.
Bastantes, no. Muchos.
Mira.
Personalmente soy bastante activo en Linkedin.
No me gusta perder el tiempo en las redes sociales. Pero reconozco que Linkedin es una muy buena herramienta de creación de marca profesional.
Y de captación.
Un día hablaremos más acerca de Linkedin.
Que nos vamos. El otro día leía un comentario en un post. Era un comentario de un emprendedor a otro emprendedor.
Uno tenía un Membership Site. El otro no.
Uno hizo una publicación argumentando acerca de la cierta esclavitud que supone gestionar un negocio de suscripción.
Ingresos recurrentes, trabajo recurrente. Ya sabes.
Defendía la necesidad de trabajar modelos de negocio adaptados a nuestra forma de ser, a nuestra vida.
A nuestra forma de entender la vida. Y no al revés.
Y creo honestamente que tenía toda la razón del mundo.
La verdad es que el post tenía varios comentarios. Y uno llamó poderosamente mi atención:
—Ya me habían advertido a mí que esto de los Membership Sites era una moda
Oh. Ya se lo habían advertido.
Un cuñao al que sí le gusta mucho perder el tiempo en redes sociales.
Mira.
Los negocios de suscripción no son una moda. Siempre estuvieron aquí. Entre nosotros.
Mira si no los gimnasios o los servicios del hogar, como la luz o el gas.
Y ahora les hemos dado un nombre moderno, que queda mejor. Que queda más guay.
Pero ya formaban parte de nuestra vida.
Lo que no quita que para que funcionen, tienes que partirte los cuernos. Pero oye, como en cualquier negocio que montes.
Ni más ni menos.
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